martes, 24 de marzo de 2015

LOS ANIMALES DISCRIMINADOS

La explotación animal está mantenida por un perjuicio llamado especismo, similar al sexismo y al racismo. Este prejuicio, presente en toda la sociedad , nos hace pensar que pertenecer a una especie biológica u otra es suficiente para convertirnos en dueños y jueces de los animales.

Los humanos creemos que tenemos el derecho a utilizar a vacas, cerdos, gallinas, etc., para nuestro beneficio, por considerarles de especies "inferiores". Pero ¿esto es realmente justo?



COMPARTIENDO EL INTERÉS EN VIVIR

Al igual que el sexo o el color de la piel, la especie no nos dice nada sobre el respeto que merece la vida de un individuo. De hecho, si lo pensamos detenidamente, lo único importante para proteger la vida de alguien es que disfrute de ella. Y pese a que los animales nos diferenciamos en muchas cosas, tenemos en común ese interés en vivir y no ser dañados. ¿Por qué no respetarlo?

 

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