Las Peleas de gallos son una manera muy común en muchas regiones del país de maltrato animal ya que a los gallos les añaden espuelas de acero de hasta diez centímetros de largo, estos pelean y a menudo mueren. A los gallos de pelea se les provee estas espuelas postizas sobre las suyas propias con el fin de que provoquen muchos estragos sobre los ejemplares adversarios. Hay quienes defienden estas peleas como parte de un "deporte tradicional y honorable", con reglas, rituales y unos animales a los que se ha criado "con cuidado y mimo" hasta el día del enfrentamiento.

Pero lo que no nos dicen es el dolor que sufren estos animales, ni el maltrato que se sufren posterior a esto ya que muchos ejemplares mueren en las batallas y muchos otros terminan con partes de su cuerpo muy severamente lastimados ya que terminan lastimados de su pechuga, sus patas, las alas y muchos de estos mueren después de la pelea no sin antes sufrir en casas de sus dueños.

En muchos otros lugares del mundo, las peleas de animales están prohibidas, basadas en la oposición a las apuestas, la crueldad animal, o ambas pero la mayoría de países latinoamericanos, así como en tres regiones europeas Islas Canarias, Andalucia, y la región francesa de Norte-Paso de Calais, y en países de Asia como Filipinas.